domingo, 8 de septiembre de 2013

Tecnoadiccion y mal uso del internet



Tecnoadicción 



Las tecnoadicciones (o ciberadicciones) incluyen todos aquellos fenómenos o problemas de abuso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, y se refieren principalmente a la adicción a Internet, a los teléfonos móviles (en especial, los mensajes SMS) y a los videojuegos (donde aumenta el uso de videojuegos online). 

La adicción a Internet es un deterioro en el control de su uso que se manifiesta como un conjunto de síntomas cognitivos, conductuales y fisiológicos. Es decir, la persona 'netdependiente' realiza un uso excesivo de Internet lo que le genera una distorsión de sus objetivos personales, familiares o profesionales." 

Un adolescente puede haber desarrollado una adicción a internet cuando de manera habitual es incapaz de controlar el tiempo que permanece conectado, relega sus principales obligaciones, evita o abandona otras actividades importantes, pierde contactos sociales, reduce las horas de sueño, descuida hábitos de alimentación, salud, higiene personal y actividad física y tiende a mostrarse irritable. Existen diferentes modalidades específicas de adicción a internet, como la necesidad de buscar información constantemente, la de la búsqueda de determinadas sensaciones, la de frecuentar entornos sociales, anhelando conocer gente nueva con personalidades ficticias, la adicción al juego o a la compra compulsiva, entre otras. 


¿Cómo actuar?

Los padres deben estar atentos al uso que sus hijos hacen de internet, controlando el tiempo que éstos pasan conectados, la frecuencia con la que lo hacen, los motivos por los que dicen que se conectan, la reacción que tienen cuando se les interrumpe y la actitud que muestran mientras están navegando por la red.
Es importante enseñarles progresivamente a seleccionar contenidos y fuentes de información fiables, desarrollando la capacidad de ser críticos con las mismas. Este proceso educativo debe pasar por alertarles del peligro que conlleva facilitar datos personales en la red, entablar relación con personas desconocidas o el intercambio de archivos y mensajes en un entorno no seguro. 
 
Los principales riesgos asociados a un mal uso de internet son:

  • El acceso a contenidos no contrastados, poco fiables o falsos. 
  • Una sobreestimulación, dispersión de la atención o dedicación de excesivo tiempo para buscar una determinada información. 
  • La facilidad de acceso a páginas con información peligrosa o nociva, por ejemplo, a imágenes de contenido sexual, pornográfico o violento o a textos y relatos que pueden incitar al consumo de drogas o medicación, así como al seguimiento de ideologías de tipo racista, sexista o, incluso, a la afiliación a determinadas sectas. 
  • La recepción por correo electrónico de determinados mensajes de propaganda no deseada, el contenido de la cual puede proponer negocios ilegales o contener virus. 
  • La participación en chats, foros o determinadas redes sociales puede facilitar contactos indeseados con personas que pueden utilizar identidades falsas, buscando, por ejemplo, víctimas para actos sexuales, violentos o delictivos. Asimismo, la recepción de mensajes personales cuyo contenido puede resultar ofensivo puede también propiciar la posibilidad de entrar en discusiones, recibir amenazas o, incluso, encontrarse involucrado en situaciones de abuso o acoso a través de la red. Hay que tener en cuenta que el anonimato que proporciona internet puede facilitar el atrevimiento de determinados comentarios o actitudes que difícilmente se expresarían en las relaciones directas con otras personas.  
  • La pérdida de intimidad que conlleva la cumplimentación de formularios de acceso a algunas páginas, facilitándose información personal a individuos o empresas desconocidas. 
  • Los menores pueden verse influenciados por una publicidad engañosa o abusiva, que les incite a realizar compras por internet sin la autorización de sus padres. Los datos personales y los códigos secretos de las tarjetas de crédito que se facilitan en las compras pueden convertirles en víctimas de estafas o robos en páginas web poco fiables o controladas por terceros. 
  • El desarrollo de trastornos psicológicos como la adicción a internet que pueden surgir cuando confluyen determinados factores, como problemas en la autoestima, la sociabilidad o dificultades familiares, unidos a la vulnerabilidad típica de esta edad y a la cantidad de estímulos atractivos y sensaciones placenteras que puede proporcionar internet. 

 
 
 
Fuentes:
http://www.viveinternet.es/riesgos/si-eres-joven/32-tecnoadiccion
http://www.mapfre.com/salud/es/cinformativo/adolescentes-internet.shtml
 

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